Evitar la saturación o el colapso en áreas naturales o turísticas: control de accesos con PVerde

En parajes de alto valor natural o cultural, la creciente afluencia de visitantes se convierte a menudo en un arma de doble filo. La popularidad, si bien deseable, trae consigo una serie de desafíos logísticos y medioambientales, principalmente derivados de la congestión de vehículos. La implementación de sistemas de regulación de acceso, como barreras con control de reserva, se está revelando como una herramienta fundamental para proteger nuestro patrimonio, ordenando el flujo de turismos, caravanas y autocaravanas y fomentando un modelo de turismo más sostenible y de mayor calidad.

La masificación descontrolada de vehículos en enclaves sensibles no solo genera un impacto visual negativo, sino que también provoca la degradación del entorno, la erosión del terreno, la contaminación acústica y atmosférica, y una notable disminución en la calidad de la experiencia para el visitante. El caos de coches mal estacionados en arcenes, caminos rurales o, incluso, zonas protegidas, pone en riesgo la preservación de estos lugares únicos.

playa del Trabucador, parque Natural del Delta del Ebro www.diarimes.com

Frente a esta problemática, la tecnología ofrece soluciones eficaces. La instalación de barreras y sistemas de control de acceso que leen las matrículas de los vehículos permite gestionar el aforo en tiempo real, garantizando que la capacidad de carga del lugar no se vea superada. Esta medida, lejos de ser un impedimento, se traduce en una serie de beneficios tangibles.

En primer lugar, se protege el patrimonio. Al limitar el número de vehículos, se reduce la presión sobre el ecosistema o el sitio cultural, contribuyendo a su conservación a largo plazo. En segundo lugar, se mejora la experiencia del turista. El visitante se encuentra con un entorno más ordenado, tranquilo y seguro, lo que le permite disfrutar plenamente de la belleza del lugar sin el estrés y el agobio de la masificación. Finalmente, se fomenta un turismo de calidad. La regulación del acceso tiende a atraer a un tipo de turista más consciente y respetuoso con el entorno, que valora la planificación y la sostenibilidad.

El caso de la Ruta del Agua de Berganzo

Un claro ejemplo del éxito de estas medidas lo encontramos en la Ruta del Agua de Berganzo, en Álava. Este idílico recorrido fluvial experimentó un "boom" de popularidad que se tradujo en una avalancha de vehículos que colapsaban los accesos y generaban graves problemas de aparcamiento indiscriminado en prados y viales.

Ruta del Agua de Berganzo. El Correo

La situación se volvió insostenible tanto para los residentes como para la conservación del propio paraje. La solución llegó de la mano de la implantación de un aparcamiento regulado de bajo coste. Mediante un sistema de barrera con lector de matrículas, se ordenó el estacionamiento y se puso fin al caos vehicular.

El resultado ha sido notorio. Se ha conseguido atajar el problema de los vehículos mal estacionados, se ha mejorado la seguridad en la zona y se ha garantizado una experiencia mucho más grata y sostenible para los senderistas. El pequeño importe del parking (de 8 a 21h para turismos, motos, autocaravanas o minibuses) no solo contribuye al mantenimiento de la infraestructura, sino que también actúa como un elemento disuasorio para el turismo menos comprometido, promoviendo a su vez la economía local.

En definitiva, la regulación del acceso motorizado en zonas de gran atractivo turístico no debe verse como una restricción, sino como una inversión en el futuro de nuestro patrimonio. Casos como el de Berganzo demuestran que, con medidas inteligentes y una gestión adecuada, es posible compatibilizar el disfrute de nuestros tesoros naturales y culturales con su necesaria protección, apostando por un turismo que prime la calidad y la sostenibilidad por encima de la cantidad.

PVerde es plataforma tecnológica con experiencia en la gestión de reservas, accesos y tarificación de estos espacios. Si quieres más información ponte en contacto con un agente.